martes, 12 de agosto de 2008

Condorito

Para el lector de Eidetico que recién se suma, en los primeros meses del blog comencé con un relato que intento retomar sobre las distintas influencias en mi formación como dibujante. Dejé la historia en la última página de La Nación. Retomo con una lectura liviana del verano: Condorito. En mi opinión eran interesante los detalles y los “chistes en segundo plano”. Lectura obligada del verano prácticamente no lo leía durante el año lectivo. Dos personajes eran irrisorios: el perro meando con la pata en alto y el sonámbulo caminando con el gorro para dormir. ¡Espectacular! Del resto no hay mucho por decir. Salvo que se imponía por cansancio. No movía a risa, o rara vez, pero sí entretenía. El color sepia era una marca registrada. También tenía personajes que se mantenían y tenía buenos nombres, “Huevoduro”, “Saco de Plomo”, “Doña Tremebunda” (buenísimo), “Garganta de Lata” (uno se imagina la voz aguardentosa), “Come gato” y así. Buenos recuerdos.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Condorito tenía calle y revelaba cosas del mundo de los adultos que los que vivíamos en una burbujita ni sabíamos.
Yayita era medio gato o qué?

Creo que el encanto era que los personajes (su manera de vestir,de caminar), los escenarios (la cancha de fútbol, las calles de Pelotilehue, los autos) eran más cercanos a lo que uno veía.