domingo, 27 de abril de 2008

Copiar o no copiar, ésa es la cuestión


De todos modos, los tiempos de la mesita redonda fueron tiempos de mucha creatividad y experimentación, con lo que uno aprendía en el jardín de infantes o copiaba de las cajas de juguetes o de libros infantiles. Recuerdo un juego sobre una carrera de autos que tenía un Cadillac en la caja. Lo copiamos con esmero y luego todos nuestros autos tenían la trompa del Cadillac del ´50 estilo Cuba socialista. Nunca me gustaron los dibujos estándar de jardín de infantes, niñitos cabezones con ojos grandes haciendo boludeces. Yo no encontraba ese tipo de personajes en la realidad y además no quería copiar “tal cual”, solo quería “tomar prestado líneas”.
El pasaje al colegio primario supuso el aprendizaje de la lectoescritura, lo que posibilitó el acceso a nuevo material para ilustrar. Amén de que la señorita de vez en cuando pedía ilustraciones y eso hacía la cosa más interesante. Repasando un cuaderno de 2° grado encuentro que otra importante fuente de aprendizaje fue la observación y el uso de modelo de los Playmobil. Camiones, tractores y objetos varios tenían como modelo las piezas de los play. Ya postearé algún dibujo de dicho cuaderno. Buena semana.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuando la maestra dictaba la tarea ROGABA que tenga... "Punto seis: Ilustra"